Foto del Gran Maestro de Ajedrez Bozidar Ivanovic.

Gufeld vs Ivanovic. Memorial Chigorin 1979

Resultado: 1-0    Fecha: 15/09/1979    ECO: B33

Apertura peón de Rey; Defensa siciliana; Variante Pelikan

Una de las ventajas menos comprendidas en ajedrez es la iniciativa. Hay una tendencia entre los principiantes a correr después de los ataques de “un determinado movimiento”, pero esto está lejos de luchar por la iniciativa. La iniciativa es un proceso mucho más complicado que consiste en la capacidad de uno de los jugadores para crear permanentemente amenazas, dentro de una serie de movimientos más, restringiendo así las opciones del oponente.

En la apertura, la premisa principal para la obtención de la iniciativa es el liderazgo en el desarrollo. Sólo con una rápida movilización de fuerzas podemos esperar aprovechar la iniciativa. Cuando el liderazgo en el desarrollo se complementa con la permanencia del Rey oponente en el centro, hay grandes posibilidades de transformar la iniciativa en un ataque fuerte contra el Rey.

Gufeld, E. (2530) – Ivanovic, B. (2460). Sochi – 1979

1. e4 c5 2. Cf3 Cc6 3. d4 cxd4 4. Cxd4 Cf6 5. Cc3 e5

Este es probablemente uno de los más controvertidos movimientos de la teoría de la apertura del ajedrez. Puedo decir desde mi propia experiencia como entrenador que es muy difícil explicarle a un aprendiz por qué tal movimiento se juega hoy por tantos GM.

En sólo un movimiento, el negro está debilitando a largo plazo su estructura de peones, el peón d se convierte en peón retrasado en una columna central semiabierta.

Además, la casilla d5 está debilitada también y el blanco puede usarla como puesto avanzado para sus piezas. Entonces, ¿qué demonios piensa el negro para hacer tales concesiones sin ser obligado a ello?.

La respuesta a esta pregunta no es simple. Intentemos ver qué ventajas obtiene el negro. En primer lugar, el Cd4, una de las piezas blancas más poderosas en la Defensa Siciliana se ve obligado a renunciar a su posición. Entonces, el negro reequilibra la situación en el centro trayendo su peón e5. Esta configuración hace imposible el avance f2-f4 y e4-e5, una de las armas blancas en la Siciliana. No menos importante, el negro abre la diagonal al Af8 con tempo y creando la amenaza Ab4.

¿Todo esto compensa los inconvenientes creados por el movimiento e5? La práctica demostró que sí, la dinámica pieza negra contrarresta los defectos estáticos de su posición.

6. Cdb5

A veces, un movimiento es el mejor movimiento no sólo porque trae un cierto plus a la propia posición, sino por el simple hecho de que todas las otras alternativas son más débiles. Es el caso de este movimiento, el blanco dirige su Caballo a la posición infeliz de a3. ¿Cuáles son las otras alternativas del blanco?.

El ataque 6. Cf5 acercando al Caballo al Rey negro podría parecer un movimiento normal para un principiante. El problema es que permite al negro jugar 6… d5! repentinamente, resolviendo sus dos problemas: la debilidad del peón d y la de la casilla d5.

Después de 7. exd5 Axf5 8. dxc6 Dxd1+ 9. Cxd1 bxc6 el negro no tiene razones para estar insatisfecho con el resultado de la apertura.

El caso de 6. Cxc6?! es aún peor. Después de 6… bxc6 el negro escapó de nuevo de sus problemas y será capaz de crear un centro de peones fuerte con d7-d5.

El retiro típico de otras variantes sicilianas, 6. Cb3, se encuentra con la fuerte 6… Ab4! y el negro amenaza no sólo al peón e4 sino también con jugar d7-d5. En esta posición, el negro tiene la iniciativa porque sus amenazas Cxe4, d5 o incluso Axc3 impiden al blanco continuar su desarrollo normal de piezas. Esta posición explica por qué el negro jugó 5… e5, un movimiento que también crea amenazas así que un movimiento que lucha por la iniciativa. El movimiento Ag5, el único que frena las amenazas negras, no da nada después de: 7… h6 8. Axf6 Axc3+ 9. bxc3 Dxf6 y la estructura de peones blanca es más débil que la negra.

Las cosas tampoco son diferentes después de 6. Cf3 Ab4!. Otra vez con excelente juego negro.

6… d6

Un mal necesario, de lo contrario el negro pierde el par de Alfiles sin obtener ninguna mejora en su posición.

La alternativa es: 6… a6 7. Cd6+ Axd6 8. Dxd6 De7 9. Dxe7+ Cxe7 10. Ag5 b5 11. f3 Ab7 12. 0-0-0 +-.

7. Cd5

Si aún pudimos entender la lógica del movimiento 5… e5, la lógica de este movimiento se queda en ambigua. Después de este movimiento y el próximo intercambio de Caballos, la importante casilla d5 será ocupada por un peón y no por una pieza y, además, la columna d se cerrará, por lo que las debilidades negras desaparecerán.

Sin embargo, el blanco renuncia a algunas ventajas con el intercambio.

En mi opinión, la continuación lógica era 7. Ag5 el cual es la línea principal de la variante Sveshnikov de la Defensa Siciliana. El plan blanco es debilitar el control sobre d5 del negro mediante la eliminación del Cf6. El único inconveniente es que después de 7… a6 el blanco tiene que retroceder con 8. Ca3, con la lógica respuesta 8… b5. No sólo eso crea una amenaza inmediata (b5-b4), sino que también gana más espacio en el flanco de dama y restringe la movilidad de Ca3 controlando la casilla c4. Ahora el blanco tiene que encontrar otras maneras de aumentar el valor cualitativo de ese Caballo que desde el centro llegó al borde. Una de las posibilidades es: 9. Cd5 Ae7 10. Axf6 Axf6 11. c3 donde el Ca3 tratará de ayudar a su colega desde d5 a través de la maniobra Ca3-c2-e3 o -b4.

7… Cxd5 8. exd5

Por supuesto, el blanco no puede retomar con la Dama. Por ejemplo: 8. Dxd5 a6 9. Cc3 Cd4 10. Ad3 Tb8 seguido por Ae6.

8… Cb8 9. c4

La posición resultante no mantiene ninguna de las características de la posición de 3 movimientos antes.

Ahora, la ventaja blanca es su ventaja espacial en el flanco de dama limitando el desarrollo negro allí. A cambio, el negro tiene perspectivas superiores en el flanco de rey debido a su falange de peones e y f que controlará las casillas centrales.

9… a6

Hoy en día, muchos jugadores prefieren 9… Ae7 seguido por 0-0, una continuación a través de la cual el negro se concentra primero en terminar su desarrollo en el flanco de rey con la idea de luchar por la iniciativa a través de un rápido f7-f5.

10. Cc3 Cd7

Nuevamente, el negro debería haber desarrollado su flanco de rey con 10… Ae7 seguido de 0-0.

11. Ae2 g6?!

El negro intenta colocar sus piezas en las mejores posiciones, pero esto requiere demasiado tiempo.

Mejor habría sido: 11… Ae7 12. 0-0 0-0 13. Rh1!? f5 y el blanco puede elegir entre 14. f4 Af6 15. Ae3, o 14. f3.

12. 0-0 Ag7

El negro desarrolla su Alfil en fianchetto desde donde juega un doble rol: defensivo y ofensivo, pero esto le cuesta un tempo. Si el negro logra enrocarse, su plan sería perfecto… pero:

13. Ce4!

El comienzo de un enérgico plan de acción a través del cual el blanco especula sobre la inexactitud del negro desde el movimiento 11. Aprovechando su pequeña ventaja en el desarrollo, el blanco lanza la lucha por la iniciativa creando una primera amenaza usando la debilidad de la casilla d6.

Normalmente, para que tal ataque funcione, el iniciador necesitaría una mayor ventaja de desarrollo.

¿En qué se basaba el blanco?

Gufeld, un excelente jugador de ataque, estimó sus posibilidades correctamente. Él evaluó que su ventaja de desarrollo puede aumentar sistemáticamente trayendo las reservas al ataque con tempo.

13… De7

Cuando ves lo mal que acaba el negro esta partida te preguntas si 13… Dc7 no era mejor. Sin embargo, el blanco aún podría seguir creando amenazas inmediatas con 14. b3! Después de lo cual obtiene un peón libre protegido en d5 si el negro no juega 14… b6 15. Aa3 Cc5 16. Cxc5 bxc5.

En este caso, el blanco toma la iniciativa con: 17. b4! Cxb4 18. Da4+! Ad7 19. Dxb4

Si aún tienes dudas sobre cómo debes jugar cuanto tienes la iniciativa, mira cuidadosamente la siguiente secuencia de movimientos, más o menos forzados: 19… e4 20. c5! Axa1 21. Txa1 0-0 (o 21… dxc5 22. Dxe4+ Rf8 23. Dd4 Rg8 24. Axc5 con total dominación en las casillas negras) 22. c6 Af5 23. g4! Ac8 24. Dxe4 y el negro está desesperado frente a las amenazas blancas.

14. Da4!

Sigue el juego blanco y verás que en cada movimiento aparecen nuevas amenazas y problemas para el negro. Con su último movimiento, el blanco impide al negro que su Cd7 juegue y también amenaza con la fuerte Db4.

14… f5

Un movimiento que parece arriesgado, pero la alternativa era un abandono incondicional de la posición con 14… 0-0 15. Db4! Cc5 16. Cxc5 dxc5 17. Db6! +- y el blanco amenaza Ae3, Td1, d6 y luego Axc5.

15. Ag5

Una por una, el blanco trae las reservas al ataque.

15… Df8

Un momento crítico del juego. El blanco movilizó sus fuerzas en ataque, creando permanentemente nuevas amenazas y obtuvo ahora una clara ventaja de desarrollo. Además, el Rey negro permanecía en el centro del tablero.

El siguiente movimiento blanco es por tanto predecible, aunque sus consecuencias no puedan ser calculadas hasta el final, sino más bien intuidas:

16. f4!

El blanco abre el centro para poder crear nuevas amenazas directas especialmente hacia el Rey oponente.

16… h6

Después de 16… fxe4 17. fxe5 la posición negra se viene abajo rápidamente.

Otro intento de escape habría sido 16… exf4 sin embargo, en este caso también, el blanco obtiene un ataque fuerte después de 17. c5 dxc5 18. Txf4 Ad4+ 19. Rh1 Rf7 20. g4!.

17. Ah4 exf4 18. Txf4!

Sin preocupaciones sobre 18… g5 debido a 19. Txf5!

El blanco está amenazando 19. Txf5 en cualquier caso.

18… Ae5 19. Taf1!

La última reserva viene al ataque con la misma amenaza 20. Txf5!

19… Dg7?

El error decisivo.

Más posibilidades ofrecía la continuación: 19… Axf4 20. Txf4 Rf7! 21. Tf2 Cc5 (21… Rg7 22. Ag3+-) 22. Cxc5 dxc5 23. Da5 Dd6! 24. Ag3 Df6 25. d6 Ad7 26. Dxc5. Sin embargo, el blanco tiene una compensación saludable por el material sacrificado debido a la pareja de Alfiles y el fuerte peón libre en d6.

20. Txf5!

Un sacrificio decisivo que abre las líneas hacia el Rey negro.

20… gxf5 21. Txf5 h5 22. c5!

Posición agitada del Ae5, la única pieza que dio cierta resistencia a la posición negra.

22… Dh6

Si 22… Dg6 23. Cxd6+ Axd6 24. De4+ Ae5 25. c6+-.

23. Ag5!

Incluso si otras continuaciones también ganan, es notable la técnica del blanco al no dejar posibilidades de contrajuego a su oponente.

23… Dg6

Si 23… Dh7 24. Txe5+! Dxe5 25. Cf6++-.

24. Cxd6+!

El comienzo del fin.

24… Axd6 25. De4+! Ae5

O también 25… Ce5 26. Txe5+ Rf7 27. Df4+ Rg7 28. cxd6 Tf8 29. Ah6+! Dxh6 30. Te7+ Rg6 31. Dg3+ Dg5 32. Tg7+!+-.

26. Ad3!

Un elegante final del juego.

26… Dg7

Si 26… Th6 27. Txe5+ Cxe5 28. Dxe5+ Rf7 29. Axg6+ Txg6 30. De7++-.

27. c6!

El resto es sólo la elección del negro por prolongar su agonía.

27… bxc6 28. dxc6 Cc5 29. Txe5+ Ce6 30. Ac4

También era posible 30. Txe6+ Axe6 31. Dxe6+ Rf8 32. Dd6+ Rg8 33. Ae3 +-.

30… Da7+

Para belleza del juego negro debería enrocarse en el movimiento 30. Por supuesto, el blanco gana igualmente después de 30… 0-0 31. Axe6+ Axe6 32. Txe6 Dxg5 33. Tg6+ Dxg6 34. Dxg6+ Rh8 35. Dxh5++-.

31. Ae3 Dh7 32. Txe6+ Axe6 33. Dxe6+ De7 34. Dg6+ y en vista del inevitable jaque mate, el negro abandonó (1-0).

A) Conclusiones

Sin considerar el error negro del movimiento 19, podemos decir que las inexactitudes del negro eran relativamente pequeñas. Como vimos, fue suficiente retrasar un poco el desarrollo para permitir que el blanco tomara una iniciativa fuerte. La acumulación de fuerzas al ataque, corroborada con amenazas permanentes, aumentó la superioridad blanca en ataque hasta el colapso del negro.

La posición final es interesante. Mientras que las Torres negras todavía están en las posiciones iniciales, las Torres blancas desaparecieron después de los sacrificios que abrieron las líneas hacia el Rey negro. Por lo tanto, podemos decir que una pieza sacrificada es siempre mejor que una pieza sin usar.

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