Foto del Gran Maestro y Campeón del Mundo de Ajedrez Bobby Fischer.

Fischer vs Spassky, Reykjavik 1972 6a Partida

Resultado: 1-0    Fecha: 23/07/1972    ECO: A13 Apertura inglesa

Fischer calificó esta partida la mejor del match, y desde luego no hay nada que reprocharle. No sin razón, Evans tituló su crónica para el New York Post: Bobby juega con Boris al ratón y el gato.

1.c4!?

Una de esas sorpresas de apertura que los oponentes preparan para estos encuentros. Fischer cambia de mano. Sin embargo, ya había jugado así en 1970, contra Polugaievsky.

1… e6 2.Cf3 d5 3.d4 Cf6 4.Cc3 Ae7 5.Ag5 0-0 6.e3

También se juega 6.Tc1.

6… h6 7.Ah4

En la 20ª partida del match Petrosian-Spassky (1969), después de 7.Axf6 Axf6 8.Dd2 b6?! (es mejor 8… dxc4 9.Axc4 Cd7 y c7-c5, con igualdad, Beliavsky-Portisch, 1984; Karpov-Kaspárov, 1985) 9.cxd5 exd5 10.b4 Ab7?! (¡pasivo!) 11.Tb1 c6 12.Ad3 Cd7, las negras emplearon una estrategia de espera, pero, como en la presente partida, no tuvo éxito.

7… b6

El caballo de batalla del décimo campeón mundial, la fiable Variante Tartakower-Makogonov-Bondarevsky.

8.cxd5

Por entonces ésta era la línea principal. Más tarde comenzó a jugarse 8.Dc2, 8.Tc1 y 8.Ae2.

8… Cxd5

Una de las ideas de la variante. Desde los tiempos de Pillsbury se ha sabido que tras 8… exd5 9.Ad3 Ab7 10.0-0 (con idea de Ce5), las negras tienen una posición sólida pero pasiva. En el match Kasparov-Beliavsky (1983), mi oponente resistió con dificultades en tres partidas de cuatro, pero incluso la única derrota resultó suficiente para que esta defensa se sumase a las filas de las semiolvidadas.

9.Axe7 Dxe7 10.Cxd5 exd5 11.Tc1

11.Ae2 Ae6! 12.0-0 c5 es más modesto. Por ejemplo: 13.dxc5?! bxc5 14.Da4 Db7! 15.Da3 Cd7 16.Ce1 a5 17.Cd3 c4 18.Cf4 Tfb8 19.Tab1? Af5! 20.Tbd1 Cf6 21.Td2 g5! (Bertok-Fischer, 1962), o bien 13.Dd2 Cd7 14.b3 a5! 15.Ab5 Cf6 16.Tac1 Tfc8 17.Db2 Ad7 18.Ad3 a4, con igualdad (Larsen-Spassky, 1968).

11… Ae6!

El camino correcto. Después de 11… Ab7 12.Da4 c5 13.Da3 Tc8 (Petrosian-Spassky, 1966) 14.Ad3! las blancas tienen alguna ventaja.

12.Da4 c5

Este contrajuego en el centro debería aliviar a las negras de sus dificultades.

13.Da3 Tc8 14.Ab5!?

Una idea de Furman. Después de 14.Ae2, las negras disponen de la buena réplica 14… Db7! (Kuzminij) 15.dxc5 bxc5 16.0-0 Db6 y Cd7, con igualdad.

14… a6

Poco después, Averbaj sugirió la jugada de gambito 14… Db7! Esta novedad se produjo en la partida Timman-Geller (1973), y después de 15.dxc5 bxc5 16.Txc5 Txc5 17.Dxc5 Da6! 18.Axa6 (18.Dc6 Dxc6 19.Axc6 Tb8!) 18… Dxa6 19.Da3 Dc4! 20.Rd2?! Dg4 21.Tg1 d4!! 22.Cxd4 Dh4!, las negras lograron una brillante victoria. Esto dejó prácticamente arrinconada la variante 8.cxd5.

Aunque crea otro objetivo de ataque para las blancas (aparte de los peones colgantes de c5 y d5), la jugada de la partida también es perfectamente aceptable. Sin embargo, el hecho de que Spassky no encontrase la continuación más fuerte resulta ya sintomático.

15.dxc5 bxc5 16.0-0 Ta7

Siguiendo el cauce de la conocida partida Furman-Geller (1970). También son interesantes otras recomendaciones:

  1. 16… Db7 (Geller) 17.Aa4!? (17.Ae2 Cd7 18.Tfd1 Tcb8, con igualdad) 17… Db6 18.Ce5 a5 (18… Ta7!?) 19.f4 Af5! (pero no 19… f6?! 20.f5 Af7? 21.Cxf7 Rxf7 22.Tfd1, ganando: Andersson) 20.Tfd1 Ae4, con igualdad.
  2. 16… Da7 (Larsen), apartándose de la molesta oposición entre damas y consiguiendo una aproximada igualdad después de 17.Aa4 a5, o bien 17.Ae2 Cd7 18.Tfd1 (o bien 18.Tc3) 18… a5 y Tab8.
  3. 16… Cc6 (Donner) 17.Axc6 Txc6 18.Ce5 Tc7 19.Cd3. Timman y Burgess juzgan esta posición favorable a las blancas, pero después de 19… c4! 20.Dxe7 (20.Dc3?! Tb7 21.Cf4 Tab8) 20… Txe7 21.Cc5 Tc8 22.Cxe6 (22.Cxa6? Tb7; 22.b4 a5!) 22… fxe6 23.Tc3 Tb8, o bien 23.Tc2 Tb7 24.f4 Tcb8, las negras no tienen motivos para quejarse.
  4. 16… Cd7 17.Axd7 Axd7 18.Cd4, “seguido de Cb3” (Burgess), pero después de 18… Df8! 19.Cb3 c4 20.Dxf8+ Rxf8 21.Cd4 Tab8 22.Tc2 Re7, el final está igualado.

17.Ae2 Cd7

Fruto de la reflexión negra en eel tablero. La partida Furman-Geller, antes mencionada, siguió 17… a5 18.Tc3! Cd7 19.Tfc1 Te8?! (19… Tb8 20.Cd4!; 19… Ag4!? 20.h3 Ah5) 20.Ab5! y la presión blanca se volvió amenazadora, haciéndose notar la ausencia de la dama negra de su flanco, adonde podía haber ido en la jugada 16.

Quizá hubiese sido más sencillo 17… c4!? (Petrosian) 18.Dxe7 Txe7 19.Cd4 Cc6 (Tal) 20.Cxe6 Fxe6 21.b3 Ca5 22.bxc4 Cxc4 23.e4. Burgess considera que esta posición es favorable a las blancas, pero después de 23… Tc5! 24.exd5 exd5 25.Af3 Tec7, o de 24.Tfd1 Tec7 25.f4 Rf7, las negras deberían poder mantener la igualdad. ¡Claro que en este caso Fischer habría quedado con su alfil favorito contra un caballo! Por el final de la partida Spassky-Fischer (1966), se recordará lo peligroso que es en tales situaciones.

18.Cd4! Df8?!

Después de 18… Cf8 (Euwe), la respuesta 19.Cxe6 fxe6 20.e4! también es desagradable. “Es probable que Spassky subestimase la fuerte jugada 20 de su rival. Era preferible 18… Cf6!, y 19.Cxe6 fxe6 habría sido poco prometedor para las blancas, mientras que después de 19.Cb3 era posible la modesta 19… Cd7, aunque con 20.Tc3 la posición blanca es más satisfactoria” (Tal): 20… Df8 21.Tfc1 c4 22.Cd4 Dxa3 23.Txa3, etc. O bien 20.Tfd1!?, y en cualquier caso la debilidad de los peones colgantes c y d se hace sentir.

Por consiguiente, después de 19.Cb3 es mejor 19… c4 20.Dxe7 Txe7 21.Cd4 a5 (Seirawan), o bien 21… Tec7, con igualdad, pero la jugada más interesante es la inesperada 19… Tac7!, con idea de la ruptura d5-d4. Entonces es flojo 20.Axa6?! Ta8 21.Txc5 Tca7 22.Db4 Ce4! como también 20.Da5?! d4! 21.Axa6 Ta8 22.Txc5 Tca7! 23.Tc6 dxe3, etc., mientras que si 20.Tfd1, entonces 20… d4! y puesto que 21.Axa6?! Ta8 22.Cxc5 se para con 22… Ac8! 23.exd4 Axa6 24.Te1 Dd8 25.Cxa6 Txc1 26.Txc1 Db6, sólo queda 21.Ca5 Ad5 22.Ac4 De6, con igualdad.

19.Cxe6! fxe6 20.e4!

Ahora el alfil blanco se hace tremendamente fuerte.

20… d4?

Esta jugada, que entrega la importante casilla c4, fue condenada con razón por los comentaristas. Era realmente mejor 20… Cf6, a lo que podría seguir 21.exd5 exd5 22.Af3 (Timman) 22… c4, con igualdad, o bien 21.e5 Cd7 22.f4 (Burgess) 22… c4 23.Dh3 Tc6 24.b3 Cb6, con juego confuso.

Pero la solución más precisa era 20… c4 (Tal) 21.Dh3 Tc6! (pero no 21… Df7? 22.Ah5 y Ag4, o bien 22.b3!? Tcc7 23.Tfd1, con ventaja blanca) 22.Ag4 Df7, o bien 22.b3 Cb6, y las negras tienen una posición perfectamente defendible. Ahora, sin embargo, están estratégicamente perdidas.

21.f4 De7

Contra la profiláctica 21… Rh8, Timman recomienda 22.Ac4 e5? 23.fxe5 De7 24.e6 Ce5 25.Dg3! Dxc4? 26.Tf7!, ganando. ¡Muy bonito! Sin embargo, 22… De7! (no 22… Tc6?! 23.e5 Cb6 24.Df3! y Ad3) es más tenaz. Por ejemplo: 23.Dh3! (23.e5 Cb6) 23… Tb8 (23… e5?! 24.fxe5 Dxe5 25.Tf7! Dxe4 26.Td1!! ganando) 24.b3 e5 25.Ae6 exf4 26.Txf4 Te8, o bien 24.e5!? Txb2 25.Axe6 Tc7, con juego agudo.

Por otra parte, Timman descarta la natural 22.e5! debido a 22… Cb6, aunque tras 23.Ag4! De7 (23… c4 también es insuficiente: 24.Dxf8+ Txf8 25.Axe6 Tc7 26.Tcd1 c3 27.bxc3 dxc3 28.Tf3!) 24.f5 exf5 25.Axf5 Cd7 26.Tce1 (26.Dg3!?) 26… Te8 27.Dg3 Tb7 28.b3 Tb6 29.Ag6, las blancas tienen un ataque virtualmente irresistible.

22.e5!

No sólo ganando espacio y fijando el débil peón de e6, sino también restándole actividad al caballo. “El alfil es mucho más fuerte y les brinda a las blancas perspectivas de ataque al enroque, mientras que el peón pasado negro es completamente inocuo” (Tal).

22… Tb8?!

El último momento crítico. “En caso de la inmediata 22… Cb6, existía la muy molesta réplica 23.f5, y 23… exf5 falla por 24.Db3+” (Tal). Pero puesto que se amenaza f5-f6, las negras deben jugar 23… c4! Después de esto, Timman indica la variante “ganadora” 24. Da5 Dc5 25.b4 Db5! 26.a4 Cxa4 27.Txc4 Txc4 28.Dd8+, omitiendo la defensa latente 28… Rh7, y 29.f6? es malo debido a 29… Tc8! (Burgess) 30.Dxc8 Dxe2 31.De8 d3! 32.Dxa4 Dxe5 33.fxg7 Rxg7, y las negras ganan, mientras que después de 29.fxe6 Tc8! 30.Axb5 Txd8 31.Axa4 Te7 32.Ad7, las blancas sólo pueden aspirar a tablas.

Así pues, ¿cómo pueden las blancas conservar ventaja después de 22… Cb6!, con idea de Cd5, y en algunos casos c5-c4?

El programa de ordenador estudia 23.Tfd1, a fin de parar Cd5 con Txd4. Pero un jugador humano no querría mover la torre de f1, donde pronto puede resultar útil en el ataque.

Burgess sugirió la “ganadora” 23.Db3 Cd5 24.f5 Tb7 (24… Td8 25.f6!) 25.Da3, con idea de 25… Tcb8? 26.f6 gxf6 27.exf6 Cxf6 28.Dg3+ Rh8 29.De5 Tf8 30.Txc5 Txb2 31.Tc6, pero después de 25… Ce3! 26.f6 Dc7! 27.Axa6 Ta7 28.Axc8 Txa3 29.Axe6+ Rf8! 30.fxg7+ Rxg7 31.Tf7+ Dxf7 32.Axf7 Rxf7 33.bxa3 d3, las blancas no tienen que buscar la forma de ganar, sino de salvar la partida.

Si, en cambio, 25.Dg3, entonces no 25… Txb2? 26.f6!, con un ataque tremendamente fuerte, 26… Df8 27.Axa6 Tc7 28.Ac4! Ce3 29.Axe6+ Rh8 (29… Rh7 30.Af5+! y Ae4) 30.Tb1! Cxf1 31.Dg6!! Txg2+ (31… Txb1 32.fxg7+! y mate) 32.Dxg2 Ce3 33.Df3! y ganan, sino sólo 25… exf5! 26.Axa6 (si 26.Ac4 entonces 26… De6 27.Txf5 Dxf5 28.Axd5+ Tf7 29.Ac4 Tcf8 y Rh8, con igualdad) 26… Ce3 27.Tf2 Tcb8 (27… Rh7!?) 28.Axb7 Txb7, con ideas Tb6-e6xe5 y g7-g5, y el potente caballo de e3 les concede a las negras buena compensación por la calidad.

En mi opinión, es más interesante la inesperada 23.Dd3!, con la amenaza de crear una batería de ataque De4+ Ad3. Si las negras lo impiden con 23… Td8 24.De4 Db7, quedan en un final con peón menos: 25.Dxb7 Txb7 26.Txc5 Cd5 27.b3, etc. Después de 23… Cd5 24.De4, lo más probable es que pierdan: 24… Ce3 25.f5! Cxf1 26.Txf1, o bien 24… Df7 25.f5! (25.Ad3 g6 26.Dxg6+ Dxg6 27.Axg6 c4 28.Tf2 es más tedioso, con posibilidades de convertir el peón extra) 25… Ce3 26.fxe6 Dxe6 27.Ad3! Tf7 28.Dh7+ Rf8 29.Txf7+ Dxf7 (29… Rxf7 30.Ac4!) 30.Ac4!! Cxc4 31.Tf1 Dxf1+ 32.Rxf1 Te8 33.Dg6! Txe5 (33… a5 34.e6!) 34.Dxa6 Ce3+ 35.Rf2, y la dama, junto con el peón pasado a, deben superar a torre y caballo.

No obstante, 22… Cb6! refuta el mito de que tras 20… d4? la posición negra era ya desesperada. Las variantes anteriores demuestran que, en tal caso, la victoria no hubiera sido para Fischer un paseo militar.

23.Ac4

Amenaza f4-f5.

23… Rh8

Ahora las negras están indefensas. Es demasiado tarde para jugar 23… Cb6, pues las blancas tendrían un par de prometedoras continuaciones:

  1. 24.Dxc5 Cxc4 25.Dxc4 Txb2 26.Dxd4 Txa2 (la recomendación de Tal, 26… Tab7, pierde por 27.Tc8+ Rh7 28.Dd3+ g6 29.Dxa6 Ta7 30.Dc6 Taxa2 31.Tc1) 27.f5! Dd7 (27… Td7? 28.Tc8+! Rh7 29.f6: Tal; 27… Dg5? 28.De4 Td2 29.f6: Burgess) 28.Dc4 Dd5 29.Dxd5 exd5 30.e6, con final técnicamente ganado.
  2. 24.Db3! (Tal) 24… Cd7 25.Axe6+ Rh8 26.Dd5 Txb2. Según Burgess, “esto no está claro”, pero después de 27.Tb1! la falta de claridad rápidamente desaparece: 27… Txb1 28.Txb1 Rh7 29.De4+ g6 30.Ac4!; 27… Tb5 28.Dc6! En realidad, las blancas tienen una posición tan fuerte que, además de 25.Axe6+, también ganan con 25.Dh3 Txb2 26.Axe6+ Rh8 27.Tb1!; 25.Dg3 Cb6 26.Ad3 c4 27.Axc4 Cxc4 28.Txc4 Txb2 29.Tfc1!, e incluso con 25.Dc2 Rh8 26.De4! Txb2 27.Ad3 Cf8 28.f5!, etc.

24.Dh3! Cf8

El fin de las esperanzas negras. “Quizá debería haberse jugado 24… Txb2 de todas formas” (Tal). Pero también aquí después de 25.Axe6 Tab7 (25… Cf8 26.Ac4) 26.Tce1 y f4-f5, las negras pierden rápidamente.

25.b3 a5 26.f5!

El comienzo de un ataque modélico al rey, que Bobby conduce casi con la precisión de una máquina.

26… exf5 27.Txf5 Ch7

Si 27… Cg6, la réplica correcta es 28.Dg3 ó 28.Tcf1, pero no la recomendación de Burgess 28.Tf7?? (28… Dxf7? 29.Axf7 Txf7 30.De6), en vista de 28… Dg5!

28.Tcf1

No, por supuesto, 28.Tf7?? Cg5.

28… Dd8 29.Dg3

También es fuerte 29.e6!? Tc8 30.Td5.

29… Te7 30.h4 Tbb7 31.e6!

Al amparo de este peón las blancas pueden permitirse cualquier reagrupamiento de piezas.

31… Tbc7 32.De5 De8

Si 32… d3 33.Td1; y si 32… Cf6 33.Txf6!

33.a4 Dd8 34.T1f2

Debo decir que tanto aquí como en las jugadas 36 y 37 la bonita Tf7! hubiera sido inmediatamente decisiva, pero Fischer prefiere la asfixia progresiva.

34… De8 35.T2f3 Dd8 36.Ad3 De8 37.De4 Cf6

Si 37… Txe6 38.Tf8+!

38.Txf6! gxf6 39.Txf6 Rg8 40.Ac4 Rh8

Si 40… Dh5 41.Tg6+.

41.Df4 y las negras abandonan.

Las negras se rindieron.

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