Foto del Gran Maestro de Ajedrez Lajos Portisch.

Portisch vs Fischer, Santa Monica 1966

Resultado: 0-1    Fecha: 03/08/1966    ECO: E40

La siguiente obra maestra estratégica fue incluida más tarde por Fischer en su libro Mis 60 partidas memorables.

1.d4 Cf6 2.c4 e6!?

“Para desequilibrar a las blancas. Me parecía que Portisch estaba muy bien preparado contra la India de Rey” (Fischer).

3.Cc3 Ab4 4.e3 b6

También se juega 4… 0-0

5.Ce2

También se puede jugar 5.Ad3

5… Aa6

La jugada de Bronstein, que como 5… Ce4 (Korchnoi-Botvinnik 1960) les permite a las negras eludir la variante 5… Ab7 6.a3 Ae7 7.d5! Por ejemplo: 7… 0-0 8.Cg3 (jugada de Botvinnik; Rubinstein jugaba 8.g3, y Euwe, 8.e4 de inmediato) 8… Te8 9.Ae2 Af8 10.e4 d6 11.0-0 Cbd7 12.Ae3 c6 13.Dd2, con ventaja blanca (Kasparov-Kramnik 2001).

6.Cg3!?

En sus duelos con Bronstein y Smyslov, Botvinnik jugó 6.a3 (a lo Rubinstein), después de lo cual las negras pueden continuar tanto con 6… Ae7 7.Cf4 d5 8.cxd5 Axf1 9.Rxf1, y ahora no 9… exd5 10.g4!, sino 9… Cxd5!? (Timman-Hübner 1979), como 6… Axc3+ 7.Cxc3 d5 8.b3 0-0, con idea de Cc6 y d5xc4, pese al hecho de que en las luchas entre Botvinnik y Smyslov (1957), se consideraba que las blancas tenían aquí una ligera ventaja. Fischer, por ejemplo, defendió con éxito esta posición con negras contra Addison y Evans (Nueva York 1965).

6… Axc3+

Una decisión fundada en el espíritu de Nimzovich. Si 6… 0-0, entonces 7.e4. La partida Portisch-Reshevsky (13ª ronda) continuó así: 7… c5 8.d5 d6 9.Ae2 exd5 10.exd5 Axc3+ 11.bxc3 Cbd7 12.0-0 Te8 13.Da4, con alguna ventaja blanca. También es insuficiente 7… Cc6 8.Ad3! d5 (8… Cxd4? 9.Da4+) 9.cxd5 Axd3 10.Dxd3 exd5 11.e5 Ce4 12.a3! (Portish-Spassky 1967), o bien 8… e5 9.d5 Axc3+ 10.bxc3 Ca5 11.De2 c6 12.Cf5!, con ataque (Spassky-Hübner 1979).

7.bxc3 d5 8.Df3

Más tarde, en otra partida posterior, Portisch le planteó a su oponente problemas bastante más difíciles, con 8.Aa3!.

8… 0-0 9.e4?!

Las blancas sobrestiman sus posibilidades de ataque. La continuación correcta era 9.cxd5 exd5 (9… Axf1? 10.dxe6!) 10.Axa6 Cxa6 11.De2 Dc8 12.0-0 c5 13.a4!? (13.dxc5 Cxc5 14.c4, con igualdad: Fischer) 13… cxd4 14.cxd4 Dc4 15.Aa3, con una ligera ventaja posicional.

9… dxe4!

Una desagradable sorpresa. Ahora la debilidad del peón de c4 se convertirá en una constante pesadilla para las blancas. Portisch esperaba 9… dxc4?! 10.Ag5 h6 (Saidy-Fischer 1965) y obviamente, había preparado 11.h4! Ab7 12.Axf6! (señalado por Fischer; la bonita idea de Spassky, 12.Ch5? hxg5 13.hxg5 Cxe4? 14.Cf6+!! es incorrecta debido a 13… Ch7! 14.Cf6+ gxf6 15.Txh7 fxg5 16.Dh5 Df6) 12… Dxf6 13.Dxf6 gxf6 14.Axc4, con evidente ventaja.

10.Cxe4 Cxe4 11.Dxe4 Dd7!

Una fresca sorpresa. En lugar de la rutinaria 11… Cd7 12.Ad3 Cf6 13.Dh4 c5! 14.Ag5 h6, con aproximada igualdad, las negras proyectan la más molesta maniobra Cc6-a5, y no se inhiben ante la posibilidad de entregar las dos torres por la dama, porque los peones blancos del flanco de dama son muy débiles.

12.Aa3?!

Señal de confusión. Incluir las jugadas Aa3 y Te8 favorece a las negras, puesto que en muchas variantes ganan un tiempo importante (el alfil de a3 queda atacado con Da4). 12.Dxa8?! Cc6 13.Dxf8+ Rxf8 14.Aa3+ Rg8 y Ca5! también era desfavorable para las blancas.

Según Fischer, “las blancas quedan con la peor parte después de 12.Ad3 f5 13.De2 Cc6, etc. Con todo, era una prudente elección”. Sin embargo, esta evaluación se cuestiona con 14.Af4! Por ejemplo: 14… Tfe8 15.0-0 Ca5 16.Ae5 Dc6 17.c5 Axd3 18.Dxd3 bxc5 19.Tab1, y “el peón extra de las negras no es importante” (Hübner), o bien 14… Ce7 15.0-0 Cg6 16.Ae5 c5 17.a4 Tfd8 18.a5, con igualdad.

12… Te8 13.Ad3

“13.0-0-0 parece más consistente, con verdadera lucha”, escribe Fischer. “Tales líneas de doble filo no son, sin embargo, del gusto de Portisch”. Por ejemplo: 13… Cc6 (13… Da4 se para con 14.Dxa8 Dxa3+ 15.Rb1 Dxc3 16.Df3!) 14.Ad3 f5 15.De2, y ahora 15… e5 (Hübner) es confuso, en vista de 16.dxe5 Cxe5 17.Ae4!, o bien 16… Txe5 17.Dc2 De6 18.f4 Dh6 19.g3, pero después de 15… Ca5!? 16.Ab4 Cb7, las posibilidades de las negras son claramente mejores.

La recomendación de Hübner, 13.c5, también es dudosa (debilita las casillas blancas), debido a 13… Axf1 14.Dxa8 (de otro modo Cc6-a5) 14… Cc6 15.Dxe8+ Dxe8 16.Txf1 (16.Rxf1?! Dc8!) 16… Dd8!, seguido de Dh4 ó Dd5.

13… f5 14.Dxa8?

Portisch se deja seducir por la tradicional evaluación “dos torres son más fuertes que una dama”. Pero en este caso concreto sucede justo al revés: el ejército blanco no consigue coordinar sus efectivos. Era, sin duda, necesario 14.De2 (Fischer), aunque después de 14… Cc6, ó 14… Da4 15.Ac1 Cc6, las blancas tendrían que pensar en defenderse.

14… Cc6 15.Dxe8+ Dxe8 16.0-0 Ca5 17.Tae1 Axc4

Las negras tratan de convertir su ventaja por medios puramente técnicos, evitando toda activación de las piezas enemigas. “Es demoledor 17… Da4! por 18.Ab4 (si 18.Ac1 Axc4 19.Axc4 Dxc4 debería ganar fácilmente) 18… Axc4 19.Axc4 Cxc4 20.Txe6 a5 21.Ae7 Cd2! 22.Tfe1 Ce4 23.f3 Dxa2!, y telón (Fischer). Otras defensas más tenaces no habrían servido de mucho: 23.Ah4 h6! 24.Te7 Cxc3 25.Txc7 Cd5 26.Tc8+ Rh7 27.f3 Dxa2, o bien 23.Te5 Dxa2 24.Txf5 h6! 25.Tf8+ (25.h4 Cxc3) 25… Rh7 26.Ad8 Dd2! 27.Tf1 Cxc3 28.Axc7 Dxd4 29.Te1 Dc4, ganando.

18.Axc4

Si 18.Axf5? Da4!

18… Cxc4 19.Ac1 c5! 20.dxc5

“Si 20.d5, sencillamente 20… e5” (Fischer). Estoy de acuerdo. Después de 21.Td1 Dd7 22.Tfe1 (22.d6?! Cxd6 23.Td5 De6!) 22… Dd6, las negras tienen una clara ventaja: 23.Te2 Rf7 24.f3 (24.f4 e4) 24… Re7 25.h4 Rd7, etc. En caso de 20.Te2 cxd4 21.cxd4 Dd7 22.Tfe1 Rf7! 23.g3 (23.a4 Dxd4! 24.Txe6 Dd7, ganando), el avance de los peones en el flanco de dama es decisivo: 23… b5 24.Af4 a5 25.h4 b4 26.h5 a4, etc.

20… bxc5 21.Af4 h6! 22.Te2

Después de 22.h4 e5! 23.Axe5 (23.Ae3 Db5) 23… Cxe5 24.f4 Cf3+! 25.gxf3 Da4 (Fischer), los peones blancos son fácil presa para la dama. Pero ahora las negras inician un ataque decisivo en el flanco de rey.

22… g5 23.Ae5?

Un raro caso en que un poderoso alfil en e5 se convierte en objetivo de ataque. Portisch calificó correctamente esta jugada con un signo de interrogación, y sugirió la más resistente 23.Ae3 Db5 24.f3 (24.f4? Cd6!) 24… e5 25.Af2 Rf7 26.Tfe1, aunque después de 24… Ce5! y Dc4, las blancas difícilmente habrían podido sostener su posición.

23… Dd8 24.Tfe1

Si 24.f4 Cd2!

24… Rf7 25.h3 f4!

Comenzando el asedio al alfil.

26.Rh2 a6!

“Teniendo en cuenta los detalles, a fin de que el peón no quede atacado por el alfil después de 26… Dd5 27.Ab8” (Fischer).

27.Te4 Dd5! 28.h4

Las amenazas de las negras son irresistibles. Si 28.T4e2, habrían respondido 28… f3! 29.gxf3 Cd2 ó 29.Te4 fxg2 y Cd2.

28… Ce3! 29.T1xe3

Si 29.f3 Dd2!

29… fxe3 30.Txe3 Dxa2 31.Tf3+ Re8 32.Ag7 Dc4 33.hxg5 hxg5 34.Tf8+ Rd7 35.Ta8 Rc6 y las blancas se rindieron.

Artículos relacionados

Respuestas

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *