Foto del Gran Maestro y Campeón del Mundo de Ajedrez Emanuel Lasker.

Lasker vs Steinitz. Campeonato Mundial 1894 7a Partida

Resultado: 1-0    Fecha: 03/04/1894    ECO: C62

Apertura española; Defensa Steinitz

El comienzo del duelo Steinitz-Lasker (Nueva York, 1894) fue intrigante y dramático. En la primera partida, Lasker superó a su oponente “en plan Bronstein”, pero Steinitz logró una espectacular revancha en la segunda. A continuación ambos contrincantes intercambiaron duros golpes y siguieron dos tablas muy luchadas (en ambos casos con peón de ventaja de Steinitz). Después de seis partidas, el marcador estaba igualado (3-3) y el momento de inflexión llegó con la séptima partida, que resultó tremendamente intensa.

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 d6 4.d4 Ad7 5.Cc3 Ce7

La Defensa Steinitz propiamente dicha.

6.Ae3

Lasker jugó 6.Ac4 en la 5ª partida, pero después de 6… exd4 7.Cxd4 Cxd4 8.Dxd4 Cc6 9.De3 Ae6 (no iguala 9… Ce5 10.Ab3 c6 11.Dg3, ni tampoco 10… Ae6 11.f4 Cc4 12.Dg3, como se jugó en la 1ª y 3ª partidas; 9… Ae7!?) 10.Cd5 Ae7 11.Ae2 0-0 12.0-0 Ce5 13.Ab3 Axd5 14.Axd5 c6 15.Ab3 Cd7 16.Tad1 a5 17.c3 a4 18.Ac2 19.Dh3 Cf3 20.Ae3 Da5, y la negras obtuvieron una posición sólida.

6… Cg6 7.Dd2 Ae7 8.0-0-0

Después de 8.0-0 0-0 9.Tad1, sigue 9… Ag4! (Dvoretsky).

8… a6 9.Ae2 exd4!

Pero no 9… 0-0?!, por 10.dxe5! Por ejemplo: 10… Cgxe5 11.Cxe5 Cxe5 12.f4, con la iniciativa.

10.Cxd4 Cxd4 11.Dxd4

“Sin permitir el cambio de alfiles, que se produciría tras 11.Axd4, por 11… Ag5!” (Zak). Claro que después de 12.Ae3 Axe3 13.Dxe3, las blancas conservan una ventaja mínima.

11… Af6 12.Dd2 Ac6

O bien 12… 0-0 13.f3 Te8 14.Cd5.

13.Cd5

También es posible la preventiva 13.Rb1.

13… 0-0

En la apertura las blancas tienen un juego más libre, pero repentinamente Lasker rompe el equilibrio posicional.

14.g4?!

¡Los peones no pueden volver atrás! Es difícil decir si esta agresiva jugada responde al deseo de reducir al tenaz oponente, o si se trata de algún tipo de omisión. Lo más lógico parece jugar 14.f3 (Lasker), ó 14.g3 Te8 15.f3, para seguir con el avance h2-h4-h5 (Dvoretsky), o aun 14.Cxf6+ Dxf6 15.f3 Ab5 16.c4 Aa4 17.Tde1, con una pequeña superioridad.

14… Te8 15.g5

“En caso de 15.f3 Axd5 16.Dxd5 Ae5, el control de f4 le da buen juego a las negras. Si 15.Cxf6+ Dxf6 16.f3, una posible continuación es 16… De6 17.Rb1 d5, o bien 17.c4 b5, con excelentes perspectivas” (Neishtadt). “Es más fuerte 17… Axe4! 18.fxe4 Dxe4” (Dvoretsky).

15… Axd5 16.Dxd5

Es dudoso 16.gxf6?! Axe4 17.f3 Af5 18.Ad4 c5! 19.Ac3 d5 20.Dxd5 Cf4 21.Dxf5 Cxe2+ 22.Rb1 Cxc3+ 23.bxc3 Db6+ 24.Ra1 Dxf6 (24… g6!? 25.Df4 Te6: Dvoretsky) 25.Dxf6 gxf6 26.Td5 Te3, con un buen peón extra, pero 16.exd5 Txe3! 17.fxe3 (o bien 17.gxf6 Te5 18.fxg7 Df6) 17… Axg5 y De7, y las negras tienen una sólida compensación por la calidad. Ese es el inconveniente del avance g2-g4.

16… Te5 17.Dd2?!

Era mucho mejor 17.Dxb7! Axg5 18.Axg5 Txg5 19.Thg1, aunque después de 19… Tc5! las negras cuentan con un fácil plan de ataque de peones en (a6-a5, Tb8), y luego presión sobre los peones del flanco de rey (Dh4), o un ataque al monarca contrario sobre las columnas b y c.

“También es bueno 19… Txg1! 20.Txg1 Tb8 21.Da7 (21.Dxa6? Df6) 21… Tb6, con idea de Df6” (Dvoretsky).

17… Axg5!

Posiblemente Lasker esperaba 17… Txg5? 18.f4 Tg2 19.De1 (19.Dd3!?: Dvoretsky), y la torre negra queda “fuera de juego”.

18.f4 Txe4! 19.fxg5 De7 20.Tdf1?

La posición parece pedir 20.Af3 Txe3 21.Axb7. Por ejemplo: 21… Tb8 (es confuso 21… Te2 22.The1 Txd2 23.Txe7 Txd1+ 24.Rxd1 Cxe7 25.Axa8 a5) 22.The1 Txe1 (insuficiente 22… Te5 23.Axa6 Dxg5 24.Dxg5 Txg5 25.Ac4 Ce5 26.Ad5) 23.Txe1 Dd7 24.Ad5 (si 24.Axa6?! Da4) 24… Ce5, con alguna ventaja de las negras.

20… Txe3 21.Ac4

Con dos peones de menos, en una difícil y objetivamente perdida posición, las blancas tratan de crear un ataque con el avance h2-h4-h5, etc.

21… Ch8!?

¡Característico de Steinitz! Los comentaristas quedaron extasiados con esta excéntrica jugada, si bien es evidente que no es la más fuerte. Se lograba cierta ventaja con 21… Dxg5. Por ejemplo: 22.Txf7 Rh8 23.Txc7 Tae8 24.Td1 Ce5 25.h4 Df4 26.Ad5 b5, o bien 22.Thg1 Dh6 23.Axf7+ Rh8 24.Axg6 hxg6 25.Txg6 Dxg6 26.Dxe3 Te8. Sin embargo, la jugada más lógica es 21… Tf8!, y después de 22.h4 Te4 23.h5, 23… Txc4 24.hxg6 25.Te1?! (no es muy afortunada 25.Rb1 Te4) 25… Te4! (Zak sólo consideraba 25… Dd8? 26.Teg1 y Dh2) 26.Txe4 Dxe4 27.Dh2 f5 -+, o bien 23… Ce5! (Neishtadt) 24.Ad5 Tg4 25.g6 hxg6 26.hxg6 Cxg6 27.Axb7 Dg5, y las negras deben ganar.

22.h4 c6 23.g6!

La única posibilidad; es desesperado 23.Tfg1 d5 24.Ad3 Cg6 25.h5 Cf4, o bien 23.Ad3 Te8 24.Thg1 De6 25.Rb1 b5 26.h5 c5. Ahora comienza una secuencia de juego irracional, en el que Lasker, como se pondrá de manifiesto, es superior a su adversario. El problema de esta posición es que en casi todas las variantes las negras están a punto de ganar, pero en todas también las blancas mantienen cierto contrajuego.

Evaluar en cuáles hay más posibilidades y en cuáles menos no resulta fácil, y durante más de una docena de jugadas Steinitz se ve obligado a resolver un problema espinoso: ¿cómo no dejar escapar su decisiva ventaja?

23… d5?!

Es posible que esto no deje escapar la victoria, pero era claramente mejor 23… hxg6! 24.h5 gxh5! 25.Txh5 Te8 26.Thh1 De5! -+. Más flojo es 24… g5 (Vukovic), por 25.h6 gxh6 (25… g6?! 26.h7+ Rg7 [26… Rf8 27.Axf7!] 27.Dh2! f5 28.Dh6+ Rf6 29.Ag8!) 26.Dh2! (26.Txh6? Te8! 27.Rd1 De4 -+) 26… Df8, y Dvoretsky sugiere 27.Tf6! De7 (la mejor defensa) 28.Tff1 De5 (28… Df8 =) 29.Dxh6 Dg7 30.Dxd6, y “la actividad de las piezas blancas compensa los dos peones de menos”. Tampoco es suficiente 24… d5 25.hxg6 Cxg6 26.Ad3 Cf8?! 27.Dh2 f6 28.Af5, con compensación por las pérdidas materiales. En caso de 26… Txd3 (Neishtadt), Dvoretsky sugiere 27.Dxd3 Te8 28.Rb1, y recomienda, en cambio, 26… Dg5! 27.Tf(h)g1 De5!

24.gxh7+ Rxh7 25.Ad3+ Rg8

Según Steinitz, “el juego está sentenciado”, pero Lasker no se da por vencido.

26.h5 Te8 27.h6

Merece consideración 27.Tfg1!? (Neishtadt).

27… g6 28.h7+ Rg7 29.Rb1!

En esta partida interviene el factor Tal: el ataque blanco es bastante inconcreto, no resolutivo, pero no parece tener fin. ¡Continuamente surgen nuevas amenazas! Es una especie de compensación crónica, que también existe tras 29.Dh2 Dg5 30.Rb1 c5 31.Tfg1 De5 32.Dh6+ Rf6 33.Dh4+ Re6, y también vale la pena considerar 31.a3!? (Dvoretsky).

29… De5 30.a3

Las dos últimas y tranquilas jugadas de Lasker fueron totalmente inexplicables para sus contemporáneos: ¿cómo se puede jugar así con dos peones de desventaja?

30… c5

“Mucho más fuerte es 30… Te6, impidiendo la realización de la maniobra de dama que tiene lugar en la partida. Si 31.Df2, seguiría 31… Tf6” (Neishtadt). Sin embargo, después de 31.Db4! b5 32.Dh4, las cosas no son tan claras.

31.Df2

31.c3?! d4 32.c4 f5; 31.Ae2?! c4 32.c3 d4! 33.cxd4 De4+ 34.Re1 Tc8.

31… c4 32.Dh4

Pero no 32.Axg6? fxg6 33.Dh4 Cf7 -+.

32… f6

Según Chigorin, era perfectamente seguro 32… Rf8, eludiendo el debilitamiento de la casilla g6. Aunque después de 33.Af5! gxf5 (no 33… Tg3? 34.Ad7! Te7 35.Td1, con idea de Txd5, cuando es malo 35… Txd7?! 36.Tde1 Dvoretsky. Neishtadt recomendaba la “restringida” 33… Te7?, a lo que seguiría 34.Axg6! Cxg6 35.Thg1 +-) 34.Thg1 f6 35.Tg8+ Re7 36.Tfg1 Te4 37.Tf2, el resultado es incierto, aunque con posibilidades de victoria. Sin embargo, “es más fuerte 33… d4!? 34.Thg1 Rg7 (defendiéndose contra 35.Axg6) 35.Th1 Rf8 = (Dvoretsky).

33.Af5

Momento clave. Para mantener vivo su ataque, Lasker entrega ahora su pieza menor. Percibió sutilmente que el mal situado rey negro y el caballo “durmiente” de h8 le ofrecerían a las blancas una excelente compensación: 33… gxf5 34.Thg1+ Rf7 35.Dh5+ Re7 36.Tg8, etc. ¿Qué pueden hacer las negras? Hasta una potente computadora requeriría una considerable cantidad de tiempo para entender esta intrincada posición…

33… Rf7

Imperdonable elección. De la investigación creativa de Steinitz y Lasker resultan dos caminos hacia la victoria:

  1. 33… Tg3?! 34.Ra2! (34.Ag4!?, pero no 34.Te1? Dxe1+ 35.Txe1 Txe1+ 36.Ra2 Tgg1 -+) y, según análisis de Dvoretsky, no son las negras quienes ganan, sino las blancas:
    1. 34… Dd6? 35.Tfg1! Tee3 (35… Txg1 36.Dh6+ Rf7 37.Txg1) 36.Txg3 Dxg3 (36… Txg3 37.Te1 Tg5 38.Te8 Th5 39.Dxh5! gxh5 40.Tg8+ Rh6 41.Txh8) 37.Dh6+ Rf7 38.Th3!? (o bien 38.Axg6+ Cxg6 39.h8=D Cxh8 40.Dxh8 +-) 38… Dg5 39.Axg6+ Cxg6 40.Dxg5 fxg5 41.Txe3 +-.
    2. 34… Tg5 35.Ag4 Cf7 36.Te1 Dxe1 37.Txe1 Txg4 38.Dxg4 Txe1 39.Dd7 Th1 40.Txd5 Txh7 41.Dxb7.
    3. 34… gxf4 35.Te1 Tg6! 36.Txe5 fxe5 37.Df2!, “y en esta posición la dama es más fuerte que torre y caballo”.
  2. 33… Dg3 34.Dh6+ Rf7, y ahora, en lugar de 35.Thg1? Re1+ 36.Ra2 Dxg1! -+ (Neishtadt), es confuso 35.Ad7! (35.Ra2!?, con la amenaza Thg1 (Dvoretsky) 35… Td8 (si 35… Te1+ 36.Ra2 T8e7, con jaque perpetuo: 37.Txf6+ Rxf6 38.Df8+ Rg5 39.Dh6+ Dvoretsky) 36.Th3 De1+! 37.Txe1 Txe1+ 38.Ra2 Txd7.

34.Thg1!

Mejor que las lentas 34.Ah3 y 34.Ag2.

34… gxf5

“¡El error decisivo!”, “¡Suicidio!”, fueron algunas de las exclamaciones de los comentaristas del encuentro, afirmando que nada amenazaba a las negras, y recomendando la “ganadora” 34… b5 (pero no 34… g5?, por 35.Dh6!: Hübner), y después de 35.Dh6, sigue 35… Tg3! En realidad, es más fuerte 35.Axg6+! Cxg6 36.Dg4! (no 36.Txg6? Te1+) 36… Ch8 37.Dg7+! (para tablas basta con 37.Dd7+ Te7 38.Dc8 Te8 39.Dd7+) 37… Re6 38.Db7, con un amenazador ataque. Por ejemplo: 38… f5 39.Tg8 Rd6 40.Txe8 (40.Tg7!?:Dvoretsky) 40… Dxe8 41.Txf5 Te5 42.Dxa6+ Rc5 43.Da7+ Rd6 44.Db6+ Rd7 45.Dxb5+ Rd6 46.Db4+ Rc6 47.Tf8 +-.

35.Dh5+ Re7 36.Tg8

En caso de 36.Txf5 De6 37.Tg7+, en opinión de Dvoretsky, las negras deben jugar 37… Rd6! (37… Rd8? 38.Txf6! De4 [38… Dxf6 39.Dxd5+] 39.Dh2 De5 40.Dh4 Te4 41.Dh3, o bien 40… Rc8 41.Dg4+ Rb8 42.Dd7 +-) 38.Dh2+ Te5, y ahora lo mejor para las blancas es 39.Df2! Txf5 40.Db6+ Re5 41.De3+.

36… Rd6?

Esto, en cambio, es un error, probablemente decisivo. Era más seguro 36… Rd7 37.Txf5 De6 (37… De4 38.Txd5+ Rc6 39.Tf5: Dvoretsky) 38.Txd5+ Rc7, con juego confuso (Neishtadt). Sin embargo, sólo un minucioso análisis de los acontecimientos ulteriores de la partida permite concluir que es tablas.

37.Txf5 De6 38.Txe8

Si 38.Dh2+?! Te5.

38… Dxe8 39.Txf6+

Si 39.Txd5+ Rc7.

39… Rc5

No era bueno 39… Rc7, por 40.Dxd5, o también, según Dvoretsky, 40.Dh6, con idea de Tf8.

40.Dh6 Te7

Parando 41.Tf8?, por 41… Txh7! ¡Qué difícil era defenderse aquí! Más tarde, Chigorin recomendó 40… De7 (después de 41.Df8?, seguiría 41… Dxf8 42.Txf8 Cg6 43.Tg8 Th3), pero tras 41.Tf8!, yo no pude lograr tablas para las negras, aunque mi computadora analizó la posición durante mucho tiempo. Por dondequiera que se mire, el ataque blanco parece imparable:

  1. 41… Te6 42.Dd2! (la mejor maniobra; antes hay que considerar 42.Tc8+ Rb6!, con juego de doble filo, pero no 42… Tc6? 43.Dd2!! Dxh7 44.Txh8! Dxh8 45.Db4+ Rd4 46.Dc3+) 42… Dxh7 43.Tc8+ Tc6 44.Txh8 Df7 45.Tf8 Dd7 46.Db4+ Rd4 47.Tf1 Dd8 48.Td1+ Re5 49.Te1+ Rf6 50.Dc3+ Rf7 51.Dh3 Rg7 52.Th1 +-.
  2. 41… Te1+ 42.Ra2 Te6 43.Dd2! (de nuevo, la misma maniobra clave) 43… Dxh7 44.Tc8+ Tc6 45.Db4+ Rd7 46.Txh8 Dxc2 47.Th4+ Re5 48.De7+ Te6 49.Dc7+ Td6 50.Th3 Dg6 51.De7+ Te6 52.Te3+ Rf5 53.Dd7 Dg8 54.Dxd5+ Rf6 55.Tf3+ Re7 56.Dxb7+, y se baja el telón.

En mi opinión, la mejor opción de las negras era 40… Te2!? Por ejemplo: 41.Dg7 Te7 42.Dg1+ Te3 (42… d4?! 43.Dg5+ Te5 44.Dg8 d3?! 45.cxd3 cxd3 46.Db3!) 43.Dg8 Te7 44.Tf8 Dg6 (44… Dh5 45.Dg1+! Rb5 46.Tf6!, o bien 45… Rc6 46.Tf6+ Rd7 47.Da7! +- Dvoretsky) 45.Tc8+ Rd6, aunque después de 46.Dxh8 Dxh7 47.Dd8+ Re5 49.Db6, o de 46.Dd8+!?, las blancas tienen fuerte ataque (Dvoretsky).

41.Dh2!!

Una jugada absolutamente brillante. “También es fuerte 41.Dd2! Dd8 42.Db4+ Rd4 43.Td6!?, o incluso 43.a4!! (con la amenaza 44.Dc3+ Rc5 45.b4#) 43… Re5 44.Dc3+ d4 45.Df3 +-” (Dvoretsky).

41… Dd7

La tentativa 41… Dd8 se refuta con 42.Df2+ Rb5 43.b3! (no basta 43.Tf8 Te8) 43… Te1+ (43… Te4 44.a4+ Rb4 45.Tb6+ Rc3 46.Dg3+ Rd2 47.Th6!: Dvoretsky) 44.Rb2 Te3 45.bxc4+ Ra4 46.cxd5 Te4 47.d6 +-. A 41… Td7 era decisivo 42.Dg1+! (o bien 42.Df2+ d4, y ahora no 43.Tf8?, por 43… De4 44.Txh8, seguido de 44… Txh7, sino 43.Dd2! c3 44.b4+ Rd5 45.Dg2+, o bien 43… Dd8 44.Tf8! De7 45.Da5+ Rc6 46.Txh8 +-: Dvoretsky) 42… 43.Dg5+ Td5 44.Dd2.

Dvoretsky también ha analizado 41… Te6 42.Dg1+! (42.Df2+ Rb5 43.Tf8 Te1+ 44.Ra2 De3: Hübner) 42… Rb5 43.Dg8 Te5 44.Ra2! con amenazador ataque, o bien 41… Te1+ 42.Ra2 De5 43.Dh6! (con la amenaza Df8+; es confuso 43.Df2 De3: Hübner) 43… De7 44.Tf8 c3 (44… Te6 45.Dd2!) 45.Txh8 cxb2 46.Tc8+ Db5 47.Rxb2 De5+ 48.Tc3 +-.

42.Dg1+ d4

De otro modo, es mate.

43.Dg5+ Dd5 44.Tf5 Dxf5

No se conseguían tablas con 44… Te1+ 45.Ra2.

45.Dxf5+ Rd6 46.Df6+

Las negras abandonaron.

En esta partida, balanceándose al borde del abismo, el joven Lasker exhibió aquellas cualidades que le permitieron conservar la corona mundial durante tanto tiempo. En una posición difícil, se las arregló para plantear a su oponente problemas complicados, típicos del ajedrez de la segunda mitad del siglo XX (similares, por ejemplo, a los planteados durante los matches Tal-Botvinnik). Lasker estaba muy por delante de su tiempo, y es difícil criticar a Steinitz por sus errores: luchó con todos sus recursos, bajo un continuo y salvaje ataque.

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