Darth Vader corta una pieza de ajedrez

Si no funciona y quieres que funcione ¡tendrá que funcionar!

El principal método para lograr la capacidad de encontrar combinaciones es trabajar con una recopilación de combinaciones. En esas colecciones, las combinaciones normalmente están agrupadas por temas, es decir, por el tipo de golpe táctico, sobre todo aquel con que la combinación se inicia, porque, como ya sabemos, una combinación puede contener toda una serie de golpes tácticos. Esto significa que no todos los golpes que aparecen en una combinación dada tienen por qué ser del mismo tipo. Pero sin duda el golpe inicial a menudo es un elemento de especial importancia, porque pone en marcha el proceso y porque el jugador necesita detectar la presencia de tal motivo en la posición que tiene ante sí. Al estudiar colecciones de combinaciones, el jugador se familiariza con los métodos típicos de las operaciones tácticas y, sobre todo, se entrena para detectar tales posibilidades en una posición determinada.

Sin embargo, Valeri Beim en su libro “Calcule con éxito en ajedrez” nos sugiere otro método de buscar la solución en tales posiciones, en particular buscar combinaciones no sobre la base de conocer algo similar, sino mediante el análisis lógico de la situación del tablero. La mejor forma de explicarlo es con ejemplos.

En el diagrama siguiente tenemos una posición en la que un solucionista experto identificará fácilmente los temas tácticos que intervienen. Pero tratemos de implementar un método general para resolver tales problemas.

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En primer lugar, ¿cuál sería el primer paso para un jugador de cualquier nivel, al tratar de buscar la solución? La respuesta es siempre la misma: debería empezar con una valoración general de la posición (evaluación global).

Hay que tener cuidado en no omitir nada, puesto que de antemano no podemos conocer qué detalle de la posición resultará importante. Lo haremos ahora en detalle con el presente ejemplo, a fin de mostrar cómo debe llevarse a cabo ese examen.

En nuestro ejemplo todo parece sencillo, y no hay muchos detalles en la posición. Pero al ejecutar este proceso es importante atenerse a un orden particular, puesto que de esta forma desciplinamos el propio proceso de pensamiento y, al mismo tiempo, simplificamos y aceleramos el proceso, incrementando por tanto la calidad del propio análisis. En primer lugar, debemos sopesar el balance de material.

En términos formales, las negras tienen un peón de ventaja, pero esto ejerce muy poca influencia sobre el juego, de modo que, aunque debemos recordarlo, lo pondremos de momento a un lado. A continuación debemos considerar los puntos fuertes y débiles de la estructura de peones de cada bando. Así, podemos percibir la ventaja cuantitativa y cualitativa de que las negras disfrutan en el flanco de Dama. En el centro y flanco de Rey la estructura de peones está equilibrada y es simétrica. También hay factores estáticos, es decir, factores que sólo cambian lentamente.

Después de estos factores, debemos considerar los factores dinámicos de la posición, es decir, aquellos que pueden cambiar rápidamente. Entre ellos se encuentran la actividad de piezas, y el grado de su coordinación. En el ejemplo, las blancas tienen sus tres piezas mayores en el ala de Rey y es evidente que están bien coordinadas. Lo único que necesitan es algún espacio más para la acción. Pero por el momento las blancas están muy obstaculizadas por el peón de g7, aunque, al mismo tiempo, este peón se encuentra presionado. Por consiguiente, debe considerarse el punto más débil en la posición negra y, por tanto, debe ser el foco de atención del oponente. El Caballo blanco está bien situado y listo para sumarse a la acción de las demás piezas de su bando.

Las piezas negras están peor situadas. Tampoco están muy bien coordinadas, aunque sí están preparadas para aliviar la presión, con …Ce4. De todo lo dicho, podemos extraer algunas conclusiones: la ventaja blanca consiste en la mejor coordinación de sus fuerzas. Su principal objetivo de ataque será el peón de g7, y luego el Rey negro amparado por dicho peón. Cierto que a primera vista no es evidente cómo podrán las blancas realizar ese ataque y, sin embargo, está claro que deben hacerlo, pues de no ser así sus ventajas temporales se reducirán a la nada y el peón extra negro se convertirá en un factor efectivo.

Así, el principio que se aplica es uno que conforma la base de toda la táctica: “Si no funciona, pero usted quiere que funcione, ¡entonces debe funcionar!”

Aunque esto pueda parecer un chiste, describe muy bien la esencia de la táctica en ajedrez: mediante los aspectos realmente fuertes de la posición, podemos conseguir cosas que a primera vista parecen imposibles.

En la presente posición se aplica como sigue: el análisis precedente ha demostrado que el blanco debe concentrar sus efectivos contra g7 y una vez hecho esto, la partida se juega sola:

33. Ce8! Rh8? 34. Cxg7, y las negras se rindieron.

No te asustes por el proceso, con una práctica regular serás capaz de realizarlo en pocos minutos. Veamos otro ejemplo.

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Esta vez pasaremos a describir el proceso de evaluar la posición y extraer conclusiones:

  1. el material está igualado.
  2. las blancas tienen dos alfiles por alfil y caballo del rival.
  3. Las blancas tienen cuatro islotes de peones; las negras, dos.
  4. la cuestión de la actividad y coordinación de piezas no es difícil, pues es evidente la buena coordinación de las piezas blancas, cuyos dos alfiles no tienen oposición y ocupan diagonales amenazadoras para el Rey negro, con la Dama también apuntando en esa dirección. El Caballo blanco centralizado también es bueno, aunque sería mejor que no estuviese en el tablero, pues su Dama daría mate en g7.

En posiciones tan agudas lo que importa es quién podrá explotar las debilidades del oponente. La respuesta es clara, aquél cuya posición sea más activa.

Las blancas tienen ventaja en términos de actividad y coordinación de piezas, junto con un mal defendido Rey negro, pero no hay forma clara de explotarlo. ¿Es lógico? ¡Por supuesto que no!

Recordemos el dicho: “Si no funciona y quieres que funcione, ¡tendrá que funcionar!”. En esta posición la justificación existe. Lo que tenemos que hacer es concentrarnos en la principal debilidad del oponente, que es también el punto sobre el que confluyen nuestras fuerzas y podremos encontrar la solución:

30. Dxg7+! y las negras se rindieron.

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