Concentración

Para Garri Kasparov, entrenado en el método científico por Botvinnik, la concentración es la clave de todo. Demasiado a menudo tenemos problemas en el ajedrez por falta de concentración. Parece una cosa muy simple, pero es la virtud más importante, ser capaz de concentrarse en los momentos realmente importantes de una partida.

Por desgracia, la vida moderna es mala para la concentración. Ahora se lleva una vida muy activa, muy rápida. Estamos acostumbrados a tratar con muchos asuntos, incluso con muchos problemas al mismo tiempo. Tenemos que leer, ver la televisión, escuchar conversaciones, todo al mismo tiempo. “Cuando tenía dieciséis, diecisiete, incluso veinte años, me podía concentrar mejor que ahora (tenía 24 años cuando dijo estas palabras), porque ahora tengo más intereses, más problemas concernientes al ajedrez internacional. La importancia de la concentración radica en que es la única manera de encontrar algo nuevo y original ante el tablero, la única forma de crear nuevas ideas. La gente espera esto. Contemplan a los campeones por esto.

Creen que es un don del cielo, una bomba que cae de las alturas. Pero no es así. Está dentro de nosotros. Estoy seguro de que todo el mundo puede hacerlo, pero hemos de preparar nuestras mentes. Debemos concentrarnos. Algunas personas, al ver mi intensa concentración ante el tablero, con la cabeza entre mis manos y una mirada fija en mis ojos, creen que es un acto destinado a asustar o intimidar a mi adversario, como la famosa mirada de Tal. No es así, aunque debo admitir que a veces puede producir este efecto ante un débil o impresionable oponente. Todo esto es realmente en mi propio provecho, para excluir cualquier distracción exterior y forzarme a excavar profundamente en el interior de mi mente para lograr las combinaciones correctas. Hay que mantener los pensamientos unidos, no permitir que se dispersen bajo la presión.

Con esto no quiero decir que haya algo místico en este proceso. No es como un éxtasis religioso o un médium en trance. Es más como un artista o un científico que recurre a su entrenamiento disciplinado, uno en las técnicas de su arte y el otro para dominar las leyes de la naturaleza, y así lograr un inspirado y original descubrimiento de sí mismo. Haciendo esto uno debe llegar hasta lo más profundo de su ser, a las raíces de su propia naturaleza y, sobre todo, a la concentración”.

Ver también Cómo mantener la concentración

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